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Nuestra historia
Saladas: “Himno a la Mujer Correntina…y del mundo todo

Este artículo ya hemos publicado en el en año 2009, cuando trasitábamos el primer año online de www.misaladas.com.ar, pero la cantidad de lecturas en nuestro entonces novel Sitio Web y las críticas por demás positivas en aquel momento, ameritan su re-publicación siete años después, es algo que más allá que su autor fuera de origen mendocino, fue difundido por un medio periodístico saladeño en el siglo pasado, el contenido es imperecedero,  pudo escribirse con linotipos y como sucede ahora a través herramientas informáticas, luego editadas online en la Web, su contenido  sigue incólume. Para quienes nos siguen desde el año 2009, podría parecerlo reiterativo, pero apuntamos a muchos de los nuevos lectores que se agregaron últimamente, de acuerdo a las estadísticas crecientes de este sitio Web.

En este 8 de marzo de 2016 en oportunidad de celebrarse  el  "Día Internacional de la Mujer", queremos reeditar esta nota periodistica y dar a a conocer (para quienes no lo hayan leido) un "Himno a la Mujer Correntina", editado hace 73 años (1943) por la desaparecida  revista saladeña “Atenea”, que se publicaba en el pueblo de Saladas, Atenea, que en aquel tiempo su director era el Escribano Luis Martínez (h) y tenía su redacción en la intersección de las calles Independencia y Alvear, de la ciudad de Saladas

La autoría de ese canto o himno, es de un docente mendocino, Don Pedro Álvarez Calderón, que por su tarea pedagógica paso por la  provincia de Corrientes.

Creemos oportuno dar a conocer el canto o himno a la mujer correntina, porque su contenido encarna el espíritu de las mujeres correntinas y ¿Por qué no?...del mundo todo.

MiSaladas.com.ar rinde su humilde homenaje a todas las mujeres del mundo, mediante la publicación online de este  “Himno a la Mujer Correntina”, extraído de una publicación  de Saladas, la  Revista Atenea de una edición del año 1943, sabemos habrá quienes nos criticaran y quienes no, pero tenemos la firme convicción que en un día tan caro, a nuestros sentimientos, ya que todos tenemos una madre, una Abuela, muchos hija/s, hermana/s, una novia , una esposa, es oportuno utilizar el acervo cultural saladeño,  para rendir homenaje a todas las mujeres del mundo, Saladas tiene con que, solo debemos repasar un poco su tan rica historia y cultura...DE ALGO QUE LA HISTORIA OFICIAL NO REGISTRA.



 

EL ARTÍCULO DE LA REVISTA SALADEÑA “ATENEA” (AÑO 1943)

Curuzú Cuatiá, diciembre 20 de 1943. Señor Luis Martínez (h). Saladas. Estimado colega y amigo:

"Tenía el propósito de escribir una poesía, un ¡Canto a Saladas! Pero no he gozado del tiempo ni de la tranquilidad que se necesita.

Así se explica que al sentarme a descansar, leyendo un diario, apenas abierto este, saltara de repente y llegando al escritorio, escribiera “sin levantar la pluma” la composición que le acompaño para que usted -si la considera digna de ella-, la publique en Atenea o “Atenea”, que como la estatua de la libertad se yergue en los arenales de Saladas.

Fue hecha en un cuarto de hora escaso (que ojalá no sea necesario mi “mal cuarto de hora”). En natural, entonces, que no sea perfecta. Conozco sus errores y deficiencias, podría pulirla, pero no he querido hacerlo para no privarla de su único mérito: la espontaneidad, y porque no me considero con derecho a modificarla, porque, “es”, como si alguien me la hubiera dictado desde el “subconsciente”: tal fue la velocidad a que fue escrita, que no puede pensarse sino en un “chispazo” (más tardé en pasarla a máquina)

Dejo allí mi homenaje a Corrientes, en la persona de la mujer correntina.

No he querido sustituir la palabra “hembra”, por aquellas mismas razones y porque, en lenguaje literario y en el tono heroico, no hay otra alguna de fuerza tal que pueda sustituirla con ventaja.

La uso en el sentido más elevado: hembra extraordinaria”, mujer excelsa, prototipo de la raza, que puede presentar a las heroínas de mil combates y campañas; que seguía a los ejércitos patriotas, haciendo marchas forzadas como ellos; que antes, durante y después de la lucha, los proveía de agua y de vituallas; que avanzaba sin armas, a pecho descubierto, sin temor a los cañones y fusiles del enemigo; que formaba en los márgenes del río, palo al brazo, simulando filas de numerosos soldados con armas; que iba siempre dispuesta a perder la vida ¡por su Patria y por su hombre!; que moría sin quejarse y sin el brillo de la gloria: ¡porque eso fueron las mujeres correntinas -mitad indias, mitad castellanas-, pero siempre “hembras extraordinarias” como mujeres, como novias o compañeras, como hermanas, esposas y madres.

Y porque así fueron, ¡y son!, alguien me ha dedicado estos versos, como un homenaje a Corrientes y a sus mujeres, ¡que es lo mismo que cantar a su hombres!

Pero tiene otro mérito: no es un grito localista; es el concepto imparcial de un hombre de otra parte, que no ha podido sustraerse a la sugestión del tema, y -sin ser poeta- ha escrito esos versos (en los últimos 20 años no he escrito otros)

No la corrijo; y ha de pasar así, como nació, salvaje, detonante. No me afecta la crítica interesada; no soy poeta; soy un hombre serio, de trabajo; y esto no es una poesía: es un canto o un himno. Abrazo a usted y a todos, con el afecto de siempre ¡Salud!" PEDRO ALVAREZ CALDERON.

 

MUJER CORRENTINA

Salud, gran Señora, la portaestandarte,

la perpetua ofrenda del Corrientes paria,

de pie está la guardia para saludarte,

como extraordinaria mujer de leyenda de la Patria mía

“Mujer correntina”, de la Patria senda,

de ilustre prosapia (Guaraní y Castilla),

como florentina armada broncínea,

como damasquina, filosa cuchilla,

como toledina, espada fulmínea,

eres la sinopsis de las calidades,

eres la sintética fantasmagoría,

de toda leyenda de hembra extraordinaria,

de la Patria mía.

y hendiendo los aires, ondeante,

va tu cabellera como trashumante

filigranería de bucles esbeltos,

así van mis versos cual gitanería,

cruzando los vientos como nube errante,

felices y sueltos

y encaracolados.

a su talle esbelto se aferran amantes,

igual que si fuera la misma Bandera

de la Patria mía,

que al asta se aferra para dar flamante

su canción de guerra, que es “Paz en la Tierra”,

desde las llanuras, hasta las alturas

de la serranía.

¡Dios guarde Señora! la mágica lumbre,

que arde en tus pupilas cual mítica aurora,

con paradojales albores de cumbre

y de brujería

¡Dios quiera Señora!, que entre las filas

de verdes fanales que alumbran tus noches

de pestañería,

titilen cual broches y platinería,

mis cantos de paria, mis versos de ofrenda,

hurí extraordinaria, mujer de leyenda

de la Patria mía.

PEDRO ALVAREZ CALDERON. Diciembre 20 de 1943

NOTA IMÁGENES: Ilustramos la nota con la imagen de cautivas de la guerra de la triple alianza (guerra con el Paraguay) pintada por un eximio artista  en la artes plásticas y la docencia saladeña. (si bien de nacionalidad española), DON JESÚS CASANOVAS (Agradecemos la gentileza de permitirnos tomar con el celular unas fotos del óleo,  al Señor “Pichón Fernández y su Señora esposa Doña “Lupa” Yaya.

EL DIRECTOR www.misaladas.com.ar

Martes, 08 de marzo de 2016