Usted es el visitante n°: 10778628
Seguinos en:
POLICIALES
Una muerte sin justicia: la maestra saladeña jubilada asesinada en un arrebato
El hecho ocurrió en octubre de 2009 y quedó impune. Se trata de la primera víctima mortal del accionar de los motochorros en Corrientes

El hecho ocurrió en octubre de 2009 y quedó impune. Se trata de la primera víctima mortal del accionar de los motochorros en Corrientes. Resignación, dolor y bronca. Uno de los hijos de la mujer fallecida comentó las sensación de la inseguridad.


"Si hoy es­tán ha­cien­do es­ta no­ta es por­que al­go no cam­bió", fue una de las fra­ses que mar­có el diá­lo­go que épo­ca tu­vo con Pe­dro Ga­bas­si, uno de los tres hi­jos de Ju­lia Vi­lla­nue­va, víc­ti­ma de un arre­ba­to que ter­mi­nó con su vi­da en oc­tu­bre de 2009.

Con cier­ta se­re­ni­dad, pa­re­ce no ol­vi­dar lo ocu­rri­do esa tar­de del 7 de oc­tu­bre. "Ha­bía lle­ga­do de la fa­cul­tad. Me gol­pe­a­ron la puer­ta y cuan­do lle­gué al lu­gar, ya es­ta­ba la am­bu­lan­cia", re­cor­dó Pe­dro.

En esa pro­fun­da char­la, el jo­ven re­co­no­ce, ca­si de ma­ne­ra in­cons­cien­te, que el he­cho de­lic­ti­vo que su­frió su ma­dre, fue uno de los pri­me­ros en la es­qui­na de El Ma­es­tro y Cos­quín, en el ba­rrio Ge­ne­ral San Mar­tín, a me­tros de la Co­mi­sa­ría Sép­ti­ma.

Con un po­co de re­sig­na­ción y otro de do­lor, Pe­dro ma­ni­fes­tó: "Fue un ca­so más de arre­ba­to o de in­se­gu­ri­dad. La úni­ca di­fe­ren­cia es el de­sen­la­ce: Ter­mi­nó con el de­ce­so de mi ma­má".

Ju­lia, de 67 años fue in­ter­cep­ta­da por dos per­so­nas en mo­to que qui­sie­ron ro­bar su car­te­ra.
La vio­len­cia con que es­tos arre­ba­ta­do­res ejer­cie­ron so­bre la mu­jer fue ter­mi­nan­te. Ca­yó so­bre el par­te­rre, gol­peó con­tra el cor­dón y su­frió trau­ma­tis­mo de crá­ne­o.

Pa­só una se­ma­na en te­ra­pia in­ten­si­va, pri­me­ro es­tu­vo en el Hos­pi­tal Es­cue­la y lue­go la tras­la­da­ron al Cen­tro Mé­di­co dón­de fa­lle­ció el 13 de oc­tu­bre de ese año.
"Cuan­tas si­tua­cio­nes pa­re­ci­das ocu­rren o pa­sa­ron des­pués, los arre­ba­tos son al­go que pre­va­le­ce, to­dos ter­mi­nan gol­pe­a­dos, en el hom­bro, el bra­zo, la pier­na. Mi ma­dre tu­vo un de­rra­me ce­re­bral", des­cri­bió Pe­dro.

Ante un hecho de esta magnitud, uno busca y espera justicia. Denuncias policiales, acciones judiciales y ese largo camino que toca atravesar. Con la esperanza puesta en que la muerte no quede impune, los hijos de Julia Villanueva comenzaron con esas acciones.

Sin embargo, toda esa esperanza se diluyó en menos de un año. “Todo quedó en nada”, dijo Pedro Gabassi, con una cierta desazón.

A ocho años y medio de la muerte de su madre, el hombre tiene la impresión de que no se hizo justicia. “Hoy tengo esa sensación de que faltó esa parte (la justicia) pero de igual manera uno tiene que seguir adelante”, indicó  Gabassi.

Sucede que, a mediados de 2010, la justicia concedió la libertad a los dos detenidos por la muerte de Julia Villanueva y dictó falta de mérito.

“Cuando el abogado nos manifestó que por incongruencias de las 3 o 4 personas que fueron testigos, esto quedó ahí”, recordó esa sensación de dolor porque la justicia nunca llegó.

Con ese sinsabor que deja la impunidad, o simplemente el saber que esas personas continuaron con sus vidas; es decir, siguieron delinquiendo, cobrándose víctimas de arrebatos (ver fotos archivos).

Pedro señaló: “Son cosas que no se olvidan y siempre están presentes. Más sabiendo que, si uno saca la cuenta, mi madre todavía tendría la edad para estar presente en muchos eventos importantes, ahí te da bronca porque no está”.

Aunque el duelo fue profundo, Pedro, que se encontraba a 150 metros de lugar del hecho, buscó ayuda y pudo salir adelante.

“Cuando vi que no a iba a obtener otro resultado y para poder continuar con mi vida, tuve que aceptar que los culpables no iban a pagar”, afirmó.

La entereza y la racionalidad de un hombre a cuya madre unos delincuentes le quitaron la vida, es admirable.
¿Que te parecen los linchamientos?, fue la pregunta a la que Pedro respondió con serenidad: “Cuando se presentó el momento, no lo hice. Hoy te digo que no se si lo haría”.

Casi de manera inconsciente, uno va tomando algunas precauciones y cambiando su estilo de vida por la inseguridad. En el caso de Pedro y sus hermanos, reconocen que no padecieron otro hecho delictivo en la familia.

“Está la sensación de que hay más inseguridad, porque uno va tomando decisiones y recaudos para que las cosas no sucedan y hay actitudes que uno va naturalizando. La actualidad no es la misma, uno habla con las otras personas y se da cuenta”, contó el hijo de Julia.

Sin querer buscar responsables, Gabassi, afirmó: “Te genera bronca el daño que te hicieron y el hecho de que sigan dañando pero no permito que la bronca repercuta en mi vida” y agregó: “Independientemente del dolor que uno sufrió, hay que tener sentido y decir que no es culpa de la policía”.

“Algunos tienen más responsabilidad que otros con respecto a la situación. Hay que hacer leyes que sirvan, eso tienen que hacer los legisladores para que sean aplicadas por el Poder Judicial”.

El hombre reconoce que, el dolor los venció, y tal vez por eso, la Justicia no llegó.

En ese sentido, pidió que las normas legales se adapten al contexto social en el que vivimos. “Habría que replantearse las leyes actuales, puede que sean obsoletas para el tiempo que nos toca vivir. Al Gobierno, le solicitaría mayor acción y una comunicación mucho más directa con la sociedad”.


Dolor

“El recuerdo de mi madre, de cómo pasó y que los culpables no hayan pagado por lo que hicieron, lo tengo todos los días”, indicó Pedro Gabassi con esa profunda tristeza que genera la perdida de un ser querido. El joven parece no tener odio. Y aunque suene sorprendente, afirmó: “No me acuerdo del nombre de estas dos personas que estuvieron involucradas en el robo”.

Y aseguró: “No sé si es una coraza para seguir viviendo porque si uno se sumerge en los sentimientos (como odio o bronca) se hace difícil continuar”.

Reconoce que la entrevista dio con el objetivo de tratar de difundir un mensaje, ya sea a las autoridades de turno o a las personas que pasan por una situación similar.

FUENTE E IMÁGEN : DIARIO ÉPOCA CORRIENTES
Domingo, 08 de abril de 2018