Teniendo en cuenta las sucesivas ampliaciones de las medidas de confinamiento, esta ayuda económica extraordinaria, que estaba prevista por única vez se extenderá al mes de junio.
Si bien algunos beneficiarios, como monotributistas A y B, o empleadas casas particulares, pudieron retomar sus actividades en algunas regiones del país, la realidad es que aún existen dificultades económicas en muchos hogares.
Lo que inclinó la balanza en favor de la continuidad de este beneficio fue un informe técnico elaborado en conjunto por el Ministerio de Economía, Trabajo y Desarrollo Productivo, que reveló que con la aplicación del IFE entre 2,7 y 4,5 millones de argentinos no cayeron en la pobreza.
Uno de los tópicos centrales de la conferencia fue el calendario de pagos. El IFE se anunció el 23 de marzo, comenzó a pagarse el 21 de abril y recién finalizará el 3 de junio. La idea de Raverta es implementar un cronograma más “inteligente y ágil”, para evitar su extensión y garantizar la pronta llegada del beneficio a los hogares que más lo necesitan.
Tal es así, que los pagos comenzarán el 8 de junio, en conjunto con el depósito de las AUH y Embarazo hasta el día 22 de junio.
A partir del 23 de junio y hasta el 6 de julio se le depositará al resto de quienes eligieron cobrar el beneficio por CBU y se les depositará también en cuenta a aquellos beneficiarios que cuentan con CBU pero habían optado por otro sistema de cobro al momento de elegir modalidad de Cobro. (Correo argentino). En esta etapa podrían entrar también las personas que se encuentran en proceso de verificación y que recién están cobrando la primera tanda.
Se aplicará el mismo sistema de cobro de un día por número de terminación del documento.
La ANSES apuesta a la bancarización y pretende que la mayoría de los beneficiarios reciban el subsidio en una cuenta bancaria, por lo que trabajan con bancos públicos y privados en la tramitación de cuentas.
Raverta no descartó la posibilidad de aplicar una tercera tanda del IFE en caso de continuar las medidas de aislamiento por el avance de la pandemia.
A pesar de que la ANSES es el organismo encargado del depósito del IFE, el financiamiento es del Tesoro nacional, e implica un gasto de casi 90 mil millones de pesos.
Fuente: MinutoUno