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Griselda González será consagrada en el Ordo Virginum
La Arquidiócesis de Corrientes vivirá este sábado 28 de noviembre  un acontecimiento de gracia. En  la iglesia San José de Saladas, el Arzobispo Monseñor Andrés Stanovnik presidirá la Santa Misa a las 18 horas en la que se realizará la ceremonia de consagración en el Ordo Virginum de Griselda González. Se desarrollará con las medidas sanitarias vigentes por la pandemia y se podrá acompañar a través de las redes sociales.
Griselda Ignacia González entregará su vida al servicio del Señor y de su Iglesia en el Orden de Vírgenes Consagradas. Ha elegido como lema para este momento trascendental de su vida y que implica una gracia para la Iglesia correntina: “En tu Palabra echaré mis redes” (Lc 5,5).

Griselda tiene 33 años y su familia es de Colonia Cabral, ubicada a pocos kilómetros de la localidad de Saladas donde vive actualmente. Está cursando, con gran esfuerzo y dedicación, la Tecnicatura en Educación Social.

En la parroquia y en las colonias, está integrada a diversos servicios pastorales, entre ellos, es catequista, acompaña el grupo de jóvenes y misionero; integra el equipo de Liturgia parroquial y realiza charlas a las jóvenes quinceañeras.

Sobre el inicio de su proceso vocacional, hay que decir que desde muy joven Griselda sintió en su corazón el llamado especial de Dios, y lo escuchó. En 2010, integra el grupo misionero Betania y comienza un acompañamiento espiritual con el padre Mario Lezcano, entonces vicario en San José de Saladas. Empieza con él su discernimiento vocacional. En 2012 ingresa al aspirantado con las Hermanas de Caridad de Santa

María, que están en Saladas y tienen su casa de formación en Pontevedra, donde hace una experiencia comunitaria en Laferrere.

Allí, con el acompañamiento del padre Carlos Ruffolo que dirigía espiritualmente a las Hermanas fue descubriendo que la vida religiosa comunitaria no era su lugar. Conoce por medio de este sacerdote y por su propia formadora, la Hermana María Clara, la vocación de una amiga suya, consagrada en el Orden de Vírgenes.

SU CAMINO DE FE

La fe, según cuenta Griselda, se la transmitieron su Mamá y su Abuela. Un hermano y una hermana también, con la Biblia del Niño, la oración y el Santo Rosario. “Una Fe de gente sencilla, pero profunda a la vez por su encuentro con el Tata Dios, la Morenita de Itatí, que crece en lo cotidiano en compartir con los demás en el trabajo, en el estar reunidos charlando, en la oración”.

Las situaciones de dolor, fueron las que más le acercaron a Dios. Como una característica de su personalidad, quienes la conocen destacan su optimismo, su alegría y su esperanza, aún en situación difíciles. Siempre anclada en su fe y su capacidad de agradecimiento a Dios.

“También la vida fue muy generosa conmigo con la alegría, las buenas experiencias y personas que con sus palabras, gestos y sobre todo con su vida me hablaron de Dios. Mi madre al optar por la vida y arriesgarse por mí, como toda mi familia materna, mis hermanos, los amigos. En los momentos felices que vivimos, que aunque siendo muy pobres, dábamos gracias a Dios por todo”, señala Griselda; y agrega “hay algo que aprendí, sobre todo, de mi abuela y mi mamá, el ser agradecida y confiar en Dios aún en los peores momentos”.

En 2013, comienza el camino de acompañamiento con Vírgenes Consagradas de Quilmes. Con ellas participó de reuniones, charlas formativas con el Obispo, retiros, convivencias. Sobre ese tiempo, recuerda Griselda: “Me sentía en mi lugar, aún en medio de dificultades algo me decía que quería vivir como ellas, consagrando no sólo mi virginidad a Jesús sino toda mi integridad en la vida cotidiana, en el medio del mundo, en las cosas ordinarias, ser toda de Él y que mi vida lo demuestre “.

En septiembre de 2014, regresó a Colonia Cabral. “Vuelvo a mi pueblo y me integro a mi comunidad con la catequesis, liturgia, jóvenes y por medio de mi acompañante, el padre Juan Rojas, me contacto con las consagradas de Corrientes. Las voy conociendo y al ver su manera de vivir su consagración como Esposas de Cristo en medio de las realidades del trabajo, la comunidad, la familia, los amigos y sus apostolados, confirmo que así quiero entregarme al Señor”, recuerda Griselda.

Confiada en la voluntad de Dios y su deseo de hacerla cumplir en su vida, no duda Griselda al afirmar que “hoy puedo decir que este camino se confirma en mí, a pesar de tantas vueltas, Dios todo lo usó para que yo comprendiera y aceptara su voluntad, consciente de las dificultades, de las tentaciones, de las crisis y los obstáculos que me van fortaleciendo.”

Qué la Tierna Madre de Itatí te cubra con su manto!!
Dios bendiga tu vocación y tu misión en la Iglesia!!

FUENTE: Pastoral Vocacional Corrientes
Viernes, 27 de noviembrede 2020