Cada  23 de septiembre, se celebra el Día de las Bibliotecas Populares. Ese día, en 1870, se promulgó la Ley Nº  419, que establecía la creación de la Comisión Protectora de Bibliotecas Populares (actual CONABIP). La iniciativa, propiciada por Domingo Faustino Sarmiento, promovía el desarrollo de estas instituciones con el fin de difundir el libro y la cultura.
 
La Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (CONABIP) es el organismo dependiente del Ministerio de Cultura de la Nación que fomenta el fortalecimiento de las bibliotecas populares en tanto organizaciones de la sociedad civil e impulsa su valoración pública como espacios físicos y sociales relevantes para el desarrollo comunitario y la construcción de ciudadanía.

Su función es orientar y ejecutar la política gubernamental, a través de un modelo de gestión asociado que favorezca la consolidación del carácter autónomo de este movimiento social único conformado por casi 2 000 bibliotecas y 30.000 voluntarios que, a lo largo y a lo ancho del país, despliegan sus acciones desde el año 1870.
 
SINOPSIS HISTÓRICA
 
La Comisión se creó en  el año 1870 con la promulgación de la Ley Nº 419, propiciada por Domingo Faustino Sarmiento, para fomentar la creación y el desarrollo de las bibliotecas populares que difunden el libro y la cultura. Tres años después en 1873, la ciudad de Saladas tuvo su primera biblioteca.

Desde la aplicación de la Ley 419 del 23 de septiembre de 1870, propiciada por Domingo Faustino Sarmiento, que dio origen a la Comisión Protectora de Bibliotecas Populares, con el propósito de fomentar la creación y el desarrollo de estas instituciones, constituidas por asociaciones de particulares, con la finalidad de difundir el libro y la cultura, el 30 de Agosto de 1873, se fundó una institución de esta naturaleza en la ciudad de Saladas.
Su primer presidente fue el presbítero Fernando Andreau.

EL DATO MI SALADAS: El  presbítero Fernando Andreau, además fue el sacerdote que prestó asistencia espiritual en su lecho de muerte al Coronel José Félix Leyes, el 11 de febrero de 1874, hecho acaecido en su domicilio, (a la edad de 58 años) entonces situado en la intersección de las actuales calles 25 de Mayo y Cnel. Leyes, de la ciudad de Saladas.

La primera biblioteca popular nació en San Juan en 1866, provincia natal de Sarmiento. Es bajo su iniciativa y la contribución de otro conjunto de personas que se conforma su acervo.  Recién  el 3 de Mayo de 1907, se  constituyó  una Biblioteca Popular en  Saladas. Esta biblioteca se llamó Domingo Faustino Sarmiento.   Tiene el mérito de haber sido la iniciadora del resurgimiento de las bibliotecas populares, que habían decaído, a raíz de la revolución de 1878.

La historia nos dice que la primera  Biblioteca Popular Domingo Faustino Sarmiento de Saladas,  funcionaba en la Escuela Nº 97, luego oficinas de la Escuela Normal en su estancia de alrededor de 50 años en las aulas de la vieja Escuela Provincial Nº 97, (cuyo edificio fue inaugurado un año  antes  en 1906).

A falta de bibliotecarios se perdieron las obras, verdaderos incunables, sus mobiliarios originales: algunos hoy día  se hallan en la Biblioteca Escolar de la Escuela Normal “María Luisa Román de Frechou” de Saladas.

Coincidentemente cuando fallecía Don Gerardo Pisarello, en 1986, se sancionaba la ley 23.351 de Bibliotecas Populares que estableció los objetivos y el funcionamiento de la Comisión, y creó el Fondo Especial para Bibliotecas Populares.

En medio de esa realidad surge en 1979 la necesidad de crear una Biblioteca Municipal, durante el gobierno municipal del Ing. Rolando Wilfredo Billordo y la Dirección de Cultura Municipal a cargo  de la Sta. Mercedes Barberán, deciden capacitar a un personal convocado al efecto, a partir de un curso intensivo de 3 o 4 meses en el Hogar Escuela de Corrientes, con los profesores Mettini, Ángela Menteriaga, Juan José Encinas y otros, todos de la UNNE. Al regreso del becario, comienza la obra de obtener libros, muebles y la compra de algunas colecciones básicas a la Librería de Don Juan Ramón Macías. Se instala en un local ubicado contiguo a la Municipalidad. Fue inaugurada el 24 de Mayo de 1980, con la presencia de autoridades provinciales, y desde su comienzo a la fecha ha sabido mantener su mística de servicio a la comunidad.

Por aquellos años visitaba asiduamente la Biblioteca, el reconocido escritor saladeño, Don Gerardo Pisarello, que en largas conversaciones con el personal de la misma, prometió mandar libros y post-morten donar gran parte de su biblioteca personal, lo que cumplió sobradamente. Incluso hay una carta escrita por el ilustre saladeño, dando consejos al personal para garantizar el servicio bibliotecológico.

A partir de estas gratas visitas y a iniciativa del personal de la biblioteca, el Concejo Municipal presidido por Don Pedro Aristóbulo Fonteina le da el nombre de Biblioteca popular Municipal "Gerardo Pisarello" y coloca la piedra fundamental para el futuro edificio el 24 de mayo de 1990, al festejarse el 10º aniversario de la misma.

Hacia 1982, el municipio debe entregar el edificio anexo y la Biblioteca sufre su primer mudanza a una de las salas del Museo Histórico de Saladas, lugar en el que queda hasta el año  1997 (15 años), hasta que un proyecto presentado por el entonces Intendente Dr. Jorge Oscar Méndez, recibe fondos del Plan 180 días del Gobierno Provincial para hacer el edificio propio de la Biblioteca Popular "Gerardo Pisarello", estos recursos llegan por remesas, pero los últimos no llegaron por problemas políticos, pero la responsabilidad del Dr. Méndez y más allá que los recursos eran pocos, lo terminó e inauguró en 1997.

Actualmente (2021) es Presidente de la Asociación Amigos de la Biblioteca Popular Municipal "Gerardo Pisarello", la Señora Ana María Bornia de Perucca

Conjugamos en  este informe, 148  años de historia, las bibliotecas son  unas instituciones muy antiguas  y la  labor que hacen es fundamental para la educación y cultura de una comunidad, ¿Cuántas generaciones de saladeños y quienes eligieron este terruño para vivir, habrán pasado por esta biblioteca?, más  allá de los cambios de nombres y espacios físicos a través de 148 años a pura cultura.