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Negra Niveyro: la saladeña que dibuja sonrisas y construye un mañana mejor
Rosa Carolina Niveyro es saladeña pero hace 40 años vive en Bella Vista. Con el objetivo de brindar actividades de esparcimiento a niños con discapacidad, formó una asociación que hoy busca tener su lugar propio. En Saladas todos la conocen como Negra Niveyro, el único que lo llamaba por su nombre real fue el recordado no vidente Don Evaristo Vallejos, por este motivo  lo nombramos con su nombre de pila: "Negra".
EN LA ASOCIACIÓN SE REALIZAN DIVERSAS ACTIVIDADES.

Rosa (NEGRA) llegó hace 40 años a la Ciudad de la Naranja, siempre se conmovió por los niños y niñas con discapacidad, pues cuando era pequeña tenía una mejor amiga, "Lili", que tenía discapacidad y siempre estaban juntas compartiendo momentos. "Ella ya falleció, pero su recuerdo siempre lo tengo presente", contó a diarioepoca.com. "Cuando llegué a Bella Vista, observé a niños con discapacidad que entraban y salían de la escuela especial, allí me acordé de mi amiga, y me dije: tengo que hacer algo por ellos. Entonces empecé a preguntar dónde iban o qué hacían y descubrí que asistían los sábados a la catequesis especial", relató.
 
La mujer empezó a asistir a la parroquia María Auxiliadora para acompañar a los niños, "pero ví que ellos necesitaban hacer algo más. Entonces, pedí permiso para estar con los chicos y empezamos a hacer actividades en las plazas. Con el transcurrir del tiempo, vi la necesidad de formar el grupo por fuera de la catequesis para que los chicos pudieran realizar otras actividades y estar contenidos", recordó Rosa y es así que luego iniciaron las jornadas en el Club Juventud unos meses. "Luego, el Municipio nos cedió un espacio en el SUM María Auxiliadora, y hace cuatro años estamos ahí".
 
La asociación "Una sonrisa hoy por un mañana mejor" se formó en marzo del 2006, por iniciativa propia de Rosa Niveyro para estar y trabajar con las personas con discapacidad. "En marzo de este año, cumplimos 15 años de vida. No lo pudimos festejar por la pandemia, pero queremos que se conozca este maravilloso trabajo que hacemos a pulmón y con mucho amor", explicó Rosa. "El año que viene queremos celebrar nuestro aniversario y es un orgullo saber que contaremos con música propia. El doctor Pitín Fortunato está haciendo la letra y tendremos nuestra propia música", dijo emocionada.
 
"Nosotros buscamos el bienestar y la inclusión social. Nuestro trabajo involucra dos dimensiones fundamentales, la primera, la calidad y aptitud de la relaciones personales en el seno de la vida, en el hogar, con la familia y con los amigos, y la segunda, las relaciones socio-comunitarias, con el nivel de aceptación y apoyo dado por la comunidad", remarcó la mujer.
 
INICIÓ LA FUNDACIÓN COMO UN ESPACIO DE INCLUSIÓN.

"Siempre nos ocupamos de pensar actividades diferentes para los chicos. Realizamos caminatas, actividades deportivas, juegos, pileta, visitas al aeroclub, a la rural, viajes a distintas ciudades para la inclusión y para que puedan relacionarse con otras personas", comentó. "Hoy, estamos orgullosos de poder celebrar 15 años de vida. Cuento con el trabajo incondicional de Dante Flores, presidente de la asociación; Erika Gutiérrez (psicopedagoga); Mariela Fabiana Alías Meza, profesora de dibujo y pintura; y Adriana Cardozo (profesora de educación especial). "Todos ellos son el pulmón de esta asociación. Todos trabajamos ad honorem", dijo Rosa.
 
"Nuestra motivación es trabajar con los chicos y sus familias trasmitiendo amor para que siga creciendo el grupo y puedan transmitir ese cariño a la comunidad, Que a través de las distintas actividades sean incluidos en la sociedad y se sientan partícipes de la misma", resaltó.
 
Amor por el servicio
Las tareas ininterrumpidas son gracias al trabajo a pulmón de este grupo de personas, "actualmente asisten 30 chicos, pero 20 son los que nos acompañan desde que inició la asociación. Damos actividad martes y jueves en el SUM María Auxiliadora", explicó Rosa. "Tenemos chicos autistas, con retraso madurativo, y tratamos de acompañar a los padres, darles un respiro, porque sabemos lo que implica cuidar a chicos especiales. Tenemos un compromiso con ellos", expresó.
 
EN PANDEMIA, TRABAJARON CON ESTRICTOS PROTOCOLOS.
El gran sueño: tener un lugar propio
El recorrido de "Una sonrisa hoy, por un mañana mejor" es largo y celebrar 15 años de vida no es poco. "Hoy soñamos con tener nuestro espacio propio, ya sea que el Municipio nos lo ceda o provenga de alguien caritativo. Queremos que funcione allí permanentemente la asociación. La idea es continuar reforzando el trabajo que venimos realizando y, a la vez, sumar capacitaciones para los chicos, como cocina, costura y todo lo que sea útil para mejorar su calidad de vida", anheló Rosa.
 
"Todo lo que hacemos es a pulmón. Damos nuestro tiempo y todas las actividades son propuestas por nosotros y las llevamos adelante", destacó. "Tenemos mucha ayuda de la comunidad, del Municipio, de los padres, y estamos muy agradecidos", sostuvo.
 
Historia de una familia que respalda la tarea de ayudar a crear sueños
Rosa tiene una hermosa familia. "Me acompaña mi esposo Luciano Gómez, quien ya es jubilado, y tengo cuatro hijos: Mirta Fernanda que es médica, Walter, que es comisario; Luciano, que es chef y Martín, que es ingeniero agrónomo. Todos ya con sus familias conformadas. Ellos están orgullosos y siempre me apoyan en el trabajo de la asociación".
 
Pese a su edad, continúa practicando el deporte que ama: el básquet. "Tengo 56 años, soy jugadora de básquet y sigo jugando pese a mi edad", dijo, orgullosa de haber participado de numerosos torneos de Maxibasket +50 y +40. "La edad no es una limitación para hacer deporte, solamente es una excusa para no hacerlo", definió.
 
Su vida personal se vio atravesada por gente que marcó este camino de servicio para ayudar a las personas con discapacidad. "Lo que me movió a hacer fue pensar en una amiga que tenía de pequeña, que era una persona con discapacidad, y su recuerdo siempre me acompañó. Después, nacieron dos sobrinos míos, también con discapacidad", rememoró, sobre la idea de fundar un espacio de inclusión y contención.
 
"Me gustaría que se dé a conocer nuestro trabajo, porque lo hacemos todo a pulmón. No ganamos dinero. Todo el mundo cobra y nosotros no cobramos un centavo. Lo que queremos es ofrecer lo mucho o poco que tenemos, lo que sabemos, y nuestra única alegría es ayudar a estas familias, darles un espacio a estos chicos", finalizó Rosa.

Con Información de Diario Época
Domingo/07 de noviembre de 2021