Jonatan Emanuel Márquez es conocido en el ambiente teatral correntino como “Joni”. Es profesor de Teatro en Saladas, su ciudad natal, donde vive, pero también es parte del equipo técnico del Teatro de la Ciudad de la capital de Corrientes y es el técnico de la obra “Asunsueño” de Los Clowns del pasaje.
Por Carlos Lezcano y Natalia Schejter
Especial para
El Litoral
El teatro es una maquinaria que requiere de por lo menos de dos piezas: un actor/actriz, un espectador. Pero además en su funcionamiento colectivo hay otro montón de personas como elementos indispensables para que el pulso de esa máquina vibre a todo ritmo: alguien ordena la sala, abre la puerta, alguien cobra las entradas, alguien opera el sonido, alguien dirige, alguien maquilla y -entre muchas otras tareas- alguien opera las luces, un elemento fundamental que dibuja y colorea las formas de contar.
El teatro es un sistema de signos que producen sentido en su relación recíproca entre signos. Así, las luces de la escena, no solamente generan climas, sensaciones y hasta construyen espacios, sino que además condicionan la mirada de otros elementos.
Por ejemplo, los movimientos del actor o la actriz se interpretan de diversas maneras según se desplace en una zona iluminada o en un sector oscuro; una luz brillante sobre una silla vacía puede querer marcar la ausencia, o al contrario, un personaje iluminado por una luz cenital adquiere mayor protagonismo.
Lo mismo sucede en la relación entre luz y sonido, el sonido de un fogonazo acompañado de una luz roja fuego no es lo mismo que ese mismo sonido con una luz blanca como un relámpago.
Si bien como decíamos al comienzo, actores y público son las piezas básicas para que haya encuentro y la ceremonia teatral se produzca, la maquinaria teatral requiere de muchos otros recursos además de los que vemos en el espacio escénico y quienes llenan de emoción y aplausos la sala, basta con prestar atención a las fichas técnicas del programa de mano para encontrar la lista de nombres fundamentales.
Jonatan Emanuel Márquez es conocido en el ambiente teatral correntino como “Joni”. Es profesor de Teatro en Saladas, su ciudad natal, donde vive, pero también es parte del equipo técnico del Teatro de la Ciudad de la capital de Corrientes y es el técnico de la obra “Asunsueño” de Los Clowns del pasaje.
Uno de los eventos más esperados por la comunidad teatral independiente en el regreso a la presencialidad postpandémica fue la Fiesta Nacional de Teatro que se realizó en La Pampa el pasado mes de octubre.
Allí se encontraron con el público pampeano las obras ganadoras de las últimas fiestas del teatro provinciales que organiza el Instituto Nacional del Teatro de todo el país que se realizaron en 2019. En representación de la provincia de Corrientes se presentó la obra “Asunsueño” dirigida por Marianela Iglesia y protagonizada por Gerardo Barrientos, Franco Greve, Ana Laura Pereyra Coimbra y Adriana Villar, además viajaron con Joni Márquez de su equipo técnico.
La Fiesta Nacional contó con más de 130 funciones que comenzaron con presentaciones en el lugar de origen de los grupos escénicos que, durante la semana previa al evento, llevaron sus espectáculos a localidades de la región, escuelas, centros comunitarios, espacios al aire libre y otras instituciones. El grupo correntino se presentó en el Colegio Secundario del Barrio Apipé.
La programación incluyó 32 espectáculos de todas las provincias y la ciudad de Buenos Aires, además se sumaron a la grilla más de 10 espectáculos invitados provenientes de distintas regiones del país.
En Todos los Vientos de Radio Unne conversamos con Joni que nos contó su experiencia y nos transmitió la fascinación y el aprendizaje que genera este encuentro federal.
—¿Cómo te fue en la Fiesta Nacional del Teatro que se realizó en La Pampa?
—Bien, primero, es mi primera experiencia en una Fiesta Nacional, fuera de la provincia, y la verdad que fue maravilloso, emocionante y un mundo de aprendizajes, porque aprendés en todo momento, en la charla, en el colectivo, en el hotel. Ese encuentro con compañeros de otras provincias charlando de distintas estéticas, distintas obras y la verdad que fue maravilloso todo esto.
—Sabemos que estuvieron en La Pampa durante toda la semana que duró la fiesta, y que además de las dos funciones que hicieron con Asunsueño y de las obras que viste, tomaste un taller de “Independencia lumínica”. Contanos de qué se trataba.
—Sí, tuve la oportunidad de hacer ese taller que se llamaba “Independencia lumínica” con dos profesores muy grosos de este ámbito. Charlamos más que nada sobre lo que es el rol del técnico, diseñador, electricista, que generalmente es todo lo mismo ¿no? y hablábamos también desde la independencia, de que con esta pandemia a través de las computadoras no había la posibilidad de ir a un teatro; entonces, la utilización de la luz, independencia de una sala, de las luces convencionales, de las que conocemos; y por ejemplo, de la utilización de la luz de una heladera, de la luz de un horno, ese manejo. Y después también de la independencia que tenemos desde la experiencia de cuando vamos a lugares donde no están preparados, qué elementos mínimos e indispensables que tenemos que tener los técnicos para montar la obra, cómo acomodarnos, cómo adaptarnos a un lugar, de esas experiencias tenemos muchas los de Clown del Pasaje, porque recorremos lugares bastante lejanos a lo que es una sala de teatro.
—Recorrieron muchos lugares de la provincia, sobre todo este último año en el último tramo de presencialidad. ¿Sentiste que era novedoso lo que te daba el taller o que tenías mucho camino recorrido ya en ese sentido?
—Primeramente, me iba con la idea de que sí, que tuvimos bastante experiencia, pero no son las mismas experiencias, no son las mismas soluciones. Hablamos también de herramientas, y conocí muchas herramientas que acá en Corrientes no las conocemos, ninguno de los técnicos, ya que todos los técnicos nos conocemos acá en Corrientes. Bueno, conocer nuevas herramientas y después trabajamos también una introducción a lo que es el diseño, fue lo más lindo, lo más novedoso, que generalmente en los talleres de Corrientes no se habla mucho sobre diseño; por ejemplo, la luz y sus efectos sobre distintas texturas, distintos materiales, efectos de colores y bueno, eso es más o menos a grandes rasgos lo que se habló. También tuvimos la oportunidad de hacer desmontajes de obras.
—¿Qué obras viste y cómo lo trabajaron? ¿Qué te gustó?
—Nos decían que vayamos a a ver tal obra que se elegían al azar y después al otro día lo charlábamos. Pero hubo un problema con eso porque no había entradas para todas las obras que vos querías ver. Los técnicos llevaban sus planos de luz, sus planillas, y así, desde ese punto de vista pudimos analizar varias obras.
—Vos hiciste la iluminación de Asunsueño, ¿no es cierto?
—No. El diseño original lo hizo Ariel Courtis, que después cuando me contrataron para trabajar con la obra se fue adaptando, al mismo tiempo que fueron cambiando alguna escena, fue cambiando la obra, también pude modificar, agregar al diseño algunas cosas.
—Si tuvieras que contarle a alguien que no sabe nada de cómo trabaja un iluminador de una obra de teatro, ¿qué le dirías?
—Ese es uno de los temas en discusión, porque generalmente una pregunta que se trabaja siempre es: cuál es la diferencia entre alumbrar e iluminar, y partiendo de eso es el planteo, el trabajo que uno tiene que hacer. Hay grupos que te llaman un día antes y te dicen“poneme una luz acá”, que no es lo mismo que trabajar desde el día cero con la obra y darle mayor presencia a la luz y bueno, eso ya depende de cada grupo. Lo ideal sería comenzar a trabajar con un diseñador, con un iluminador y que se vaya configurando, metiendo la luz ahí como un actor más creando ambientes, utilizando códigos, creando códigos con las mismas luces.
—Creés que es un diálogo, o sea, que hay una gran comunicación con el director ¿no es cierto?
—Sí. Es algo constante que tiene que haber. Sí, exactamente.
—¿Vos proponés cosas?
—Sí. En estas modificaciones que fuimos haciendo, lo hablaba con Marianela (directora) constantemente y charlábamos sobre lo que yo proponía, y por ahí proponía llegamos a un acuerdo, por ahí tenía como riendas sueltas, me dejaba probar. Es algo muy importante el probar constantemente con los actores.
—También sos técnico del Teatro de la Ciudad y a veces trabajás con grupos y con obras que llegan a hacer una función eventual ¿Cómo es ese diálogo, más espontáneo?
—Generalmente, como se trabaja es: los grupos suelen traer su operador de luces y el que se encarga del montaje es el técnico de sala. Antes de que llegue una obra se le pide un plano de luces, que es con el que el técnico de la sala va a preparar para que ellos lleguen y se direcciona, se hace lo menos posible. Cuando no tienen un operador de luces, lo que se hace es charlarlo, primeramente, con el director o que se siente al lado tuyo y te vaya guiando qué es lo que se tiene que hacer digamos.
—¿Cómo te llevás con la tecnología? Sabemos que en nuestras salas en Corrientes tenemos poco equipamiento tecnológico de última generación, ¿cómo ves esta situación y cómo te llevás con esto?
—Mira, es algo que veíamos allá, en las salas de La Pampa, por ejemplo, y es increíble. Sin mentirte te digo que una sala tiene más equipamiento que tres salas juntas acá en Corrientes y tiene artefactos que acá no se ven. Ahora la mayoría de las salas se están equipado, adaptando a las nuevas tecnologías que son las luces led y hasta ahora se está haciendo un recorrido y un aprendizaje porque cambia totalmente lo que es la operación, muy distinto. Tal vez no son la mejor tecnología para un teatro porque hay led exclusiva para teatro que ya te viene con la temperatura exacta que simula una lámpara halógena, por ejemplo, pero son carísimas, muy caras. Entonces, lo que se hace es comprar estás led que son más para fiestas y se aprende a trabajar con ellas.
—Sos de Saladas y residís en Saladas, ¿venís cuando hay función?
—Exactamente, sí.
—Y allá, ¿cómo es tu vínculo con el teatro? Sabemos que sos profe en un colegio secundario del barrio La Estación y tallerista de un grupo de teatro municipal.
—En realidad yo fui ya tallerista hace cuatro años atrás, tres años, después con la pandemia se cerró todo y recién estamos comenzando ahora, es la segunda semana que estoy con el teatro municipal, así que, recién estoy conociendo los chicos y armando. Lo que generalmente suelo hacer es trabajar con los chicos de la escuela, fuera de la escuela, del secundario, preparamos obras para la escuela misma, para nosotros, para presentar, para los actos, ese es el movimiento que estoy realizando acá.
—¿Y hay grupos de teatro aparte de estos talleres y del secundario? ¿Qué movimientos teatrales hay allá?
—No, movimientos teatrales muy poco. Hay una sala que es el Cine Hispano de la Sociedad Española, donde funcionaba un grupo de teatro pero ahora no está habiendo ningún movimiento y el único espacio que tenemos ahora es la Casa de Bicentenario que no está preparada para hacer teatro, casi nulo el movimiento teatral acá. Ahora por suerte fui aceptado en una Diplomatura para Gestión de Proyectos Culturales y Comunitarios que comencé ayer, y con eso estoy queriendo ver qué herramientas tengo para poder activar acá el movimiento teatral.
—Y en el ámbito teatral, en general, en la provincia, aparte del técnico de la sala. ¿cumplís otro rol? ¿Te gusta alguno de los otros aspectos del teatro?
—Y pasé por todos los ámbitos, comencé acá en Saladas con el profesor Alejandro Barboza, allá cerca del 2003; comenzamos con un grupo de teatro, hicimos varias obras; cuando fui para Corrientes tomé muchos talleres de la actuación, de clown, de mimo, uno con Chico Pleito. Tuve experiencia en el profesorado, después pasé a lo técnico, hice también talleres de dramaturgia y bueno, ahora estoy en el rol de técnico. Me gustaría volver a la actuación, pero mi situación de estar acá en Saladas y no poder ir todos los días entre semana para Corrientes se me hace bastante difícil; por eso mi idea era comenzar mi grupo de teatro acá o traer alguien que venga a dar talleres.
—Usaste una palabra al comienzo que me pareció increíble, porque sos técnico iluminador, pero usaste la palabra electricista, pero no de manera despectiva, sino como un oficio. ¿De algún modo, hacés ese trabajo también?
—Y sí, hacemos ese trabajo, generalmente, los técnicos; miramos videos, aprendemos del que sabe y constantemente vamos solucionando problemas que tiene una sala. Durante la presentación de la Fiesta Nacional del Teatro en Buenos Aires, el ministro de Cultura, Tristán Bauer recordó que usaban un slogan “mantener la llama de la cultura encendida”. Y destacó el rol fundamental del Instituto Nacional del Teatro que con herramientas, instrumentos y un equipo de hombres y mujeres pudo sostener el teatro independiente en la Argentina. Y sobre la Fiesta Nacional del Teatro dijo: “Hay una palabra muy hermosa: ceremonia, el teatro como ceremonia. Y sin lugar a dudas las producciones de teatro y la Fiesta Nacional del Teatro tienen que ver con la ceremonia, con una ceremonia y un renacimiento. Con una ceremonia de reflexión sobre qué es lo que nos ha ocurrido como sociedad, como país y cómo salimos de esto más fortalecidos, más hermanados. El único camino es el camino en conjunto, por eso mis felicitaciones. Vamos a salir de ésta y para que esa salida sea más hermosa y sea por buenos caminos; nada mejor que sea a través de las artes. En este tiempo de esperanza, el teatro tiene un rol central para la reconstrucción de un mundo más hermoso”
Diario El Litoral de Corrientes
Viernes, 26 de noviembrede 2021