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¡Felicidades Maestros!:¨ La docencia es poesía, es música y es amor¨
Todos los 11 de septiembre se celebra el Día del Maestro en Argentina, la fecha no fue elegida al azar, sino que se busca honrar a Domingo Faustino Sarmiento en el día de su fallecimiento. Excelente oportunidad para reproducir un reportaje a la Sra. María Esther Yaya de Quinodoz en una nota que fuera  publicada por el sitio Web aurorarevista, el 26 de julio de 2011, y hoy  sábado 10 de septiembre en vísperas del  Día del Maestro” , consideramos publicarla como un homenaje a todos los maestros. Otorgándole el crédito de la publicación a su autor.
María Esther Yaya de Quinodoz: "La docencia es poesía, es música y es amor"
 
La Señora María Esther Yaya de Quinodoz, maestra de gran trayectoria, dedicó su vida a la docencia nació el 3 de febrero de 1929 en Saladas.

Sus padres fueron Zulema Yaya y Julio Yaya, ambos comerciantes. Realizó sus estudios primarios en la Escuela N° 97 "Manuel Florencio Mantilla".

Luego, siguiendo su vocación fue a estudiar Magisterio a Capital Federal (Buenos Aires) en el Colegio Religioso San José, finalizando dichos estudios con un promedio de 9,11 puntos. Se desempeñó como maestra en la Escuela N°97, en la Escuela Normal y en la Escuela Giudicci. Dedicó 39 años de su vida a su gran amor: la docencia, frente a ello manifestó que seguiría enseñando pero cuestiones naturales de la vida le impiden.

Una mañana de invierno con un sol radiante, la Señora Esther nos recibe en su casa, con simpatía inigualable acompañada de unos ojos que sonríen solos, nos invita a entrar, recordar y dar un repaso por su camino recorrido.

P: ¿En qué escuelas realizó sus estudios primarios y secundarios?

MEYQ:"Realicé mis estudios primarios en la escuela N°97 "Manuel Florencio Mantilla". Fui muy feliz durante la primaria, recuerdo que tenía un grupo de compañeras con quienes en el recreo disfrutábamos de nuestra merienda. Fui una alumna muy aplicada en mis estudios, los maestros eran muy exigentes entonces. Pero lo que más me gustaba y creo es algo innato en mi era recitar, bailar y cantar. No tenía vergüenza, me gustaba mucho participar en los actos de la escuela, así como en los que se realizaban en la plaza o en diversas instituciones. Agradezco a Dios por haberme dado ese Don".

P:¿Qué recuerdos tiene de su infancia?
 
MEYQ: "Mi infancia estuvo marcada por la felicidad, de niña jugaba a ser maestra con mis amigas. Nunca quise ser la directora en el juego, a mí me encantaba ser la maestra, corregir los deberes, las pruebas, enseñar a mis alumnos. Desde ese momento supe que iba a ser docente de grande.
 

A los 9 años perdí a mi papá, fue un golpe muy duro en mi familia. Pero mi mamá supo salir adelante con mucha fortaleza. En ese momento, era muy chica para comprender lo que sucedió, luego de unos años fui consciente de la gran pérdida que significó la muerte de mi padre y recién allí pude concretar el duelo. Mi padre fue un gran comerciante y mi madre lo acompañaba muy bien en el trabajo, debido a que ella sabía hablar guaraní trataba con los clientes que venían del campo. Ella fue la Relacionista Pública y mi padre el comerciante, la cabeza del negocio. Además vendían animales, verduras, frutas a Buenos Aires, tenían un local muy completo, vendían elementos para el campo, comestibles, artefactos de electricidad, entre otras cosas".
 

P: ¿Por qué eligió dedicarse a la docencia?

"Como te mencioné anteriormente, de pequeña ya jugaba a ser maestra, me encantaba y apasionaba. Ya desde entonces supe que esa sería mi profesión para toda la vida. Es más, estoy segura que seguiría enseñando, pero mi edad ya no me lo permite.

Cuando finalicé mis estudios, viajé junto a la Señora "Nicha"Andérica a Buenos Aires a estudiar Magisterio en el Colegio Religioso San José. Tras finalizar mis estudios con un promedio de 9,11 puntos regresé a Saladas de inmediato, en 1948 empecé a trabajar en la Escuela N° 97 y me casé con quien es el amor de mi vida Rodolfo Alfredo Qunodoz, y quien me dio un familia excepcional compuesta por seis hijos, cuatro varones y dos mujeres. En el año 1982 me jubilé y empecé a trabajar en la primaria de la Escuela Normal hasta 1987, año en que fui maestra de mi nieta hasta julio".


P: ¿Cuál fue la satisfacción más grande que le dio su profesión?
 
MEYQ:
"
Luego de haber organizado una Recepción en la escuela N°97, en la cual me desempeñaba como directora, durante el gobierno de Navajas Artaza. Luego de esa velada encantadora, recibimos junto a todo el grupo de maestras una carta de felicitaciones, en la cual se especificaba la otorgación de 1,5 puntos a cada uno por el buen desempeño y destaque, resaltando el trabajo comunitario de la escuela. Esa fue una gran satisfacción, que hasta el día de hoy, la recuerdo con mucho cariño. Otra de las grandes satisfacciones, está relacionada con un asentamiento en mi cuaderno por parte de una supervisora cargado de palabras encantadoras, respetuosas y de gran valor, destacando, reconociendo mi labor y desempeño como docente y directora".
 
P: ¿Cómo era enseñar en esos años?
 
MEYQ: "En esos años no teníamos los docentes acceso a capacitaciones, cursos o especializaciones que hoy en día existen. Entonces el trabajo de estar al día con los conocimientos era deber nuestro, es decir yo estudiaba y me especializaba por cuenta propia. Buscaba libros, información y me preparaba así para cada clase. Por otra parte vale aclarar que existía el respeto como base de las relaciones humanas, en ese contexto se trabajaba en la escuela.
 
Luego, cuando fui Directora de la Escuela N°97 les hablé a los maestros y les aconsejé que trabajen en base al amor y que la violencia quedara fuera de la escuela, remarcando que a los alumnos no se los toca. Bajo esas condiciones se trabajaba, de esa manera la escuela estaba en armonía. Teniendo en cuenta que el maestro es quien educa el corazón de sus niños, instruye su mente, forma su voluntad, templa su carácter, desarrolla sus fuerzas físicas y entrega a la sociedad el hombre ideal con quien la sociedad aspira y tiene derecho a convivir".

 
P: ¿Qué significa la docencia para usted?

 
MEYQ:"La docencia, para mí, es todo...es poesía, es música, es amor; porque está tejida con hilos de sentimientos que salen del corazón. Del corazón que siente ansias de darse en conocimientos y afectos, porque adivina en sus niños las carencias que ponen sombra en sus ojos y lastiman sus almas".
 

P: ¿Cómo ve la educación actualmente?
 
MEYQ: "La veo resquebrajada, (Nota: año 2011) en medio de una crisis de valores que afecta nuestros días. Creo que el principal problema se resume en la falta de respeto, ya sea del alumno al maestro, del maestro al alumno, del padre al hijo, del hijo al padre, de los colegas entre sí. Ello se promociona en la televisión, muy consumida por los argentinos, que muestra diariamente la descalificación de la mujer convertida hoy en un objeto, el mal uso del lenguaje, la falta de buenos modales y por sobre todo como lo dije anteriormente la carencia del respeto hacia los demás, siendo el respeto la base de las buenas relaciones y el motor para que una institución funcione".
 
P: ¿Bajo qué valores enmarcó su profesión?
 
MEYQ:"A lo largo de mi camino recorrido como maestra he tratado de trabajar siempre bajo los valores de dignidad, desinterés, sencillez, dulzura, comprensión, serenidad, sentido de justicia y ecuanimidad; porque a nosotros nos toca la gran responsabilidad de modelar el alma de los niños en los que se pinta la belleza de Dios".
 
P: ¿Qué mensaje, desde su experiencia, les daría a los docentes hoy?
 
MEYQ: "Les diría, que recuerden y tengan siempre presente que el papel protagónico de la docencia lo tienen ellos, los maestros! Por ello necesitan estar llenos de nobleza, de generosidad y amor: amor a Dios y al prójimo, y profundo y sincero amor a nuestros niños.
 
Ellos jamás deben ser objeto del desahogo de nuestros dolores, de nuestros malestares y fracasos personales...Y no olvidemos que el camino del maestro "es difícil" sí, pero transitable si cargamos nuestras alforjas con interminables dosis de amor y una gran fe en Dios".


Crédito a su Autor

Imagen Ilustrativa de Archivo Mi Saladas: María Josefa “Pepa” Arregín y María Esther Yaya de Quinodoz

Por Redacción Mi Saladas/ Sábado, 10 de septiembre de 2022